miércoles, 10 de noviembre de 2010


Anoche la luna se despertó amarilla. Me sorprendió, como si nunca la hubiera visto así. Cada momento es el primero, me dices, fresco y recién hecho. La luna de hoy no es la de ayer. Es siempre nueva, como yo, como tú, como el sol. Las etiquetas y los conceptos son máscaras que opacan el instante, siempre claro, como tu mirada, como tu sonrisa.

para KTGR

1 comentario:

  1. O acaso la Luna, puede ser siempre vieja viejita, como la sombra de aquel beso que dimos por primera vez en aquella franja de la esquina de algún labio...

    Tan vieja que nos parece familiar.

    La Luna tiene la misma capacidad de retener que de innovar, no le quepa duda...

    Otro abrazo de repaso bloggero,
    Db.

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