lunes, 24 de enero de 2011

Hoy me levanté de la cama antes que el sol.
Quería recordar la sensación del amanecer.

La gata me acompañó, ronroneando.

1 comentario:

  1. O quizás el sol te hay dado una tregua. La del creer que haya alguien que pueda despertar antes que él.

    El sol nunca duerme, si acaso se deja tapar por las enaguas de la luna. Pero nunca, nunca duerme.

    Es cierto que a veces nos hace y nos deja creer que brillamos antes de que despliegue sus rayos...Pero a menudo es sólo un espejismo.

    El por ello que la gata quizás maullaba, advirtiendo un supuesto amanecer que ya estaba creado y gastado de antemano. Mi gata hacía lo mismo.

    En cualquier caso, yo también trato de aventajar al sol algunas mañanas de fin de semana, otras entre semana, pero la ilusión es lo que cuenta, Adela.

    Bellas palabras y bella la idea, muy bella...
    El sol nos despierta antes de tiempo, con tal de vernos a unos pocos, amanecer. Así de caprichoso es...E incluso hace que escribamos poemas a cerca de su sueño, de los nuestros...

    Un abrazo,
    Db.
    Pd: Dios me libre de borrar las ilusiones ajenas...jamás...

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