miércoles, 16 de marzo de 2011

Hace un par de días soñé que me encontraba en una situación muy amenazadora, violenta, peligrosa. No recuerdo los detalles, pero estaba a punto de ser víctima de una violación o algo semejante. En pleno sueño, una parte de mí dijo (o pensó...): "Qué necesidad tengo de estar soñando algo así" y entonces hice un esfuerzo por salirme del sueño. Y lo logré, creo que sin siquiera despertarme. Me imagino que fue un sueño lúcido, experiencia hasta el momento desconocida para mí. Quizá lo más interesante, además de la sensación de tener las riendas de la situación en mi mano (o más bien en mi mente), fue vislumbrar el potencial de llevar esta capacidad de decisión a la vigilia: entonces las posibilidades de mi cotidianidad se abren infinitas. Podría incluso despertar si me lo propusiera.

1 comentario:

  1. "entonces las posibilidades de mi cotidianidad se abren infinitas..."

    Interesante reflexión esta que planteas en el texto Adela. Muy interesante...Sigo dándole vueltas...y el caso es que se me van abriendo más y más ideas "infinitas"...

    Abrazo,
    Db.

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