martes, 22 de octubre de 2013

Fugaz


Cuando regreso de dejar a mi hijo en la parada del autobús, acelero para llegar pronto a casa y no me doy cuenta que alguien intenta cruzar la calle. Un poco arrepentida y demasiado tarde, bajo la velocidad. Entonces veo a una mujer cargada con bolsas, quizá de basura, con la ropa maltrecha y una enorme sonrisa, pasar a lo largo de mi parabrisas trasero. Su mirada, fija en alguien que la espera al otro lado de la calle.

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