miércoles, 9 de noviembre de 2016

tras el 8 de noviembre


Qué mezcla de sensaciones. Cuántos sentimientos. Tristeza. Confusión. Me siento como entumecida. Ayer Santiago y yo nos quedamos despiertos hasta la madrugada para ver el resultado final de las elecciones en los Estados Unidos. No llegaba, aunque se veía ya. Increíble. Hoy solo la confirmación en la mañana. Que amaneció gris, como si supiera. O no. Que los pájaros siguen cantando. Por fortuna.

Ahora es cuando nos toca estar más atentos que nunca. De nosotros mismos. De nuestra mente. Del derrotismo y la decepción. Del odio que es tan contagioso. Del miedo, que nos paraliza.

Ahora es cuando toca ver, más allá de nuestras expectativas. De nuestras decepciones. De nuestras (aparentes) certezas. De nuestros juicios, siempre tan justificados. Nos parecen. Abrirnos a entender. Abrir el corazón. Y acoger aun al "enemigo".

Que todos vamos en el mismo barco (planeta, universo). Que todos somos responsables de este mundo/momento en el que nos ha tocado vivir. Que lo hemos creado entre todos.

Hoy nos toca ver que amaneció, a pesar de todo y de todos. Amaneció.

















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