miércoles, 7 de junio de 2017

Invitado: Dzogchen Ponlop Rinpoché



Cómo ser amables con las personas difíciles 


Tenemos tantos conceptos sobre los demás, y a veces, incluso antes de conocer a esa persona, ya le hemos dado esta etiqueta: "Difícil". Es como si llevaran puesto este rótulo enorme cada vez que los vemos. Así que creo que lo que nos está entorpeciendo el trato con ellos son nuestros prejuicios y preconcepciones sobre quienes son. Tenemos tantos pensamientos sobre ellos, incluso antes de llegar a conocerlos. En un sentido, esto podría hacerte menos capaz de lidiar con una persona "difícil". Y, de hecho, si ves la situación con más detenimiento, podría resultar que la persona difícil eres tú. 
Siempre que tenemos una visión sesgada, estamos en graves problemas, ¿verdad? Cuando vemos a alguien con una visión negativa, desde un sesgo negativo, entonces vemos solo esta enorme cualidad negativa de la persona —nada positivo—. Cuando estamos pasando por una época difícil en la relación con nuestra pareja, por ejemplo, empezamos a ver solo su lado negativo: "Su escritorio es un desastre", "Siempre llega tarde", y cosas así. Pero en realidad, esa persona tiene cualidades tanto negativas como positivas. Magnificamos un lado de esa persona u otro en momentos diferentes. Cuando recién nos estamos enamorando de alguien, vemos solo lo positivo. No encontramos nada negativo. ¿No es eso genial?
Una vez salí de viaje y recién había abordado el avión. Eso fue poco después de la tragedia del 11 de septiembre. En un asiento cercano había una persona que se veía algo peligrosa. Me empecé a sentir incómodo pensando: "¿Será seguro este vuelo?" y cosas por el estilo. Pero mientras veía a mi alrededor, de pronto me di cuenta que otras personas podrían estar teniendo los mismos pensamientos sobre mí, pensando que parecía peligroso.
Nos estamos viendo unos a otros a través del filtro de este tipo de etiquetas todo el tiempo.
Por supuesto, estamos viviendo un momento realmente difícil en el mundo, con toda clase de violencia, conflictos armados y otras cosas terribles que están sucediendo. Así que ofrecer compasión a todos los seres es muy importante. La compasión puede, de hecho, superar, transformar y sanar todo tipo de conducta o proceder dañinos. 
Pero cualquier etiqueta que ponemos sobre otra persona, o sobre nosotros mismos, coloca un límite o una barrera ahí. La compasión nos ayuda a tener una conexión genuina. Afloja esas etiquetas y abre nuevas posibilidades. 
Por un lado, ofrecer compasión o generosidad hacia quienes están haciendo daño no es tan fácil. Pero por otro lado, con frecuencia solemos malentender lo que significa ser compasivos, amorosos y gentiles.
Por ejemplo, si eres madre, quieres mucho a tu hijo. Y si está haciendo algo mal, tu amor y compasión se manifestarán para que deje de hacer aquello que podría lastimarlo a él u a otras personas. Ese es un aspecto de la compasión que suele malentenderse. 
Así que, primero, deberíamos intentar evitar que las personas lleven a cabo actividades dañinas. Eso en sí es una gran gentileza hacia ellas.
Y, entonces, necesitamos recordar jamás darnos por vencidos con respecto a nadie.
Necesitamos ver con claridad que quienes participan en actos horrendos de violencia, provocando daño a sí mismos y a otros, en general no están haciendo estas cosas porque sean muy inteligentes y compasivos y tengan la mente clara. Están confundidos, llenos de conflictos internos y dolor.  
Estos son los seres que realmente necesitan ayuda, amabilidad y apoyo, en muchas situaciones y de muchas maneras. Y una de las mejores maneras de apoyar a semejantes personas es a través de la educación, ayudándoles a aclarar su confusión y mostrándoles mostrarles cómo sus acciones son dañinas no solo para los demás, sino para ellos mismos.
Así que cuando estés lidiando con alguien cuyo comportamiento sea realmente difícil, puedes empezar por ser gentil contigo mismo. Puedes reconocer lo que estás sintiendo con respecto a la situación. Y luego, si puedes, intenta entender cómo podría parecerles a ellos, y ve si hay alguna manera de ayudar. Si no hay forma de ayudar ahora, podría haber otra oportunidad en el futuro. 















Original en inglés, aquí.
Traducción al español, mía.

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