viernes, 2 de febrero de 2018

Invitado: Chagdud Tulku Rinpoché


El cambio es continuo. Día tras día, una estación se desliza en la siguiente. El día se hace noche y la noche se hace día. Los edificios no envejecen de repente; más bien, segundo a segundo, desde el momento en que fueron construidos, empiezan a deteriorarse...

Piensa en los seres que habitan este universo. ¿Cuántas personas nacidas hace cien años siguen vivas?...

Vemos el juego de la impermanencia 
también en nuestras relaciones. ¿Cuántos de nuestros parientes, de nuestros amigos y de nuestros vecinos han muerto? ¿Cuántos se han mudado, desapareciendo de nuestras vidas para siempre?...

En algún momento, nos sentíamos felices solo estando cerca de una persona a quien amábamos. Simplemente sujetar su mano nos hacía sentir de maravilla. Ahora quizás no la soportamos, no queremos saber nada de ella.

Todo lo que se reúne, habrá de desintegrarse; todo lo que nace, habrá de morir. El cambio continuo, el cambio inexorable, es constante en nuestro mundo.























Original en inglés, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.

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